Nuestro equipo de enólogos, después de seleccionar los varietales ideales del año y de esperar el momento exacto de maduración máxima, recolectan los racimos de uva en forma manual, separan y seleccionan los granos de uva de la misma forma, y los colocan cuidadosamente y sin romperlos dentro de barricas de roble francés, donde se realizará la fermentación alcohólica y malolactica, dentro de cada uno de los granos de esta noble fruta.

El vino completará luego, dentro de la misma barrica, su crianza de hasta 2 años, logrando una comunión perfecta entre fruta, vino y madera.

Su cuidado, tratamiento y recolección personalizada en cada planta, y la elección acertada de cada vendimia hacen que cada barrica sea una obra de arte individual del resto.

Por su fermentación alcohólica en barrica adquieren sabores y notas tostadas y ahumadas, particulares y representativas de este método; finalizando con una fermentación malolactica, que acentuará aromas y sabores mantecosos lácticos y dará como resultado un vino equilibrado, aterciopelado y extremadamente redondo.

“Vinos únicos, irrepetibles, vinos de diseño”.

Disponemos en este momento de un varietal chardonnay que corresponde a nuestra línea ego Corazón Negro. Una particular partida limitada que hacen de este blanco un vino ideal para acompañar un amplio abanico de platos, entre los cuales algunos normalmente se pensarían para vinos tintos como carnes rojas, salsas a la crema y postres con chocolate, pero pudiendo irnos hasta platos frutados y agridulces.

Un orgullo de nuestra bodega, que ha tenido excelentes devoluciones de los referentes más destacados y público en general.